El acusado acepta dos años de prisión por los abusos sexuales a la hija y cien días de trabajos comunitarios por las lesiones
Malos tratos habituales a sus dos hijos menores de edad, incluyendo golpes en la cabeza contra el marco de una puerta, y abusos sexuales a la niña, cuando esta apenas tenía siete años. El acusado por estos graves hechos ha confesado tanto los abusos como las lesiones a sus vástagos atribuyendo los mismos a sus problemas con el alcohol. Así, ha aceptado una pena de dos años de cárcel por el delito sexual continuado a persona menor de edad y cien días de trabajos en beneficio de la comunidad por el delito de lesiones en el ámbito familiar.
Tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha dictado esta mañana sentencia in voce condenando al acusado por ambos delitos y apreciando dos circunstancias atenuantes. Por un lado la de alteración psíquica por un trastorno por alcoholismo que afectaba a sus facultades volitivas y cognitivas en el momento de cometer los malos tratos a sus hijos y los abusos. Así como la atenuante de reparación del daño parcial al haber pagado 6.000 euros de los 43.400 euros a los que asciende la responsabilidad civil por daños morales.
No tendrá que ingresar en prisión
El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente penas de seis años y once meses de prisión para el acusado por abusar sexualmente y golpear a su hija, de siete años, y de agredir a otro hijo, también menor y con una discapacidad física y psíquica del 89 por ciento. No obstante, con el acuerdo alcanzado por su defensa, el letrado Emilio Pérez Mora, el condenado ni siquiera tendrá que ingresar en prisión al suspenderle el cumplimiento de la pena de cárcel con la condición de que pague íntegramente la indemnización y no delinca en un plazo de cinco años.
Según los hechos declarados probados, y reconocidos por el acusado, los malos tratos comenzaron en el año 2018 en un un municipio de l’Horta Nord. El hombre aprovechaba que la niña dormía o cuando estaban juntos mirando la televisión en la casa en la que vivían para realizarle tocamientos en su zona genital. Asimismo, en el verano de 2021, el acusado golpeó la cabeza de la menor contra un saliente de metal que había en un ascensor tras una discusión previa delante de unos familiares, en la que le dio una bofetada. La agresión en el ascensor se produjo sin testigos y, pese a la gravedad, la menor no fue atendida en ningún centro de salud ni se lo dijo a su madre.
Golpes a su hijo con una discapacidad por despertarlo
De igual modo, otro de los episodios violentos reconocidos en Sala fue cuando una de las noches en las que el hijo del procesado se quedó con él en casa, el padre le golpeó la cabeza contra el marco de una puerta porque el niño, de entre 8 y 9 años y con una discapacidad del 89%, lo había molestado mientras dormía.
Además de la pena de dos años de cárcel que no cumplirá y los cien días de trabajos comunitarios, se le imponen cinco años y seis meses de alejamiento respecto de sus hijos, la retirada de la patria potestad durante el mismo tiempo y cuatro años de prohibición para trabajar en cualquier oficio relacionado con menores de edad.
Ignacio Cabanes / EMV
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