La Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a un hombre, natural de València, a la pena de tres años, un mes y un día de prisión por intentar matar al dueño de un bar en Jaén por un ajuste de cuentas.
Así se desprende de la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que el tribunal condena al hombre por un delito de tentativa de homicidio con la circunstancia atenuante como muy cualificada de dilaciones indebidas y por un delito de tenencia ilícita de armas tras reconocer los hechos y llegar a un acuerdo con la acusación.
En concepto de responsabilidad civil, el hombre, representado por el abogado Emilio Pérez Mora, deberá indemnizar a la víctima en la cantidad de 150 euros por las lesiones causadas, más los intereses legales.
Los hechos se remontan a mayo de 2017, cuando el condenado, con antecedentes penales, y otra persona investigada, requisitoriada, planificaron matar al dueño de un bar ubicado en la localidad Iznatoraf de Jaén.
Así, el día 27 de ese mes el otro investigado realizó guardias de vigilancia en el bar para asegurar que solo quedaba el dueño y su mujer y, sobre las 4.45 horas de la madrugada, entró el condenado al establecimiento empuñando una pistola cargada y apta para disparar.
Con el ánimo de acabar con su vida, le dijo al dueño del local que diera ‘la plata’, ‘haciendo parecer que era un robo cuando realmente la intención era poner fin a su vida’, según recoge la resolución.
El condenado no llegó a disparar porque el dueño del bar reaccionó rápidamente y se abalanzó sobre él, impidiéndolo y comenzando un forcejeo. El condenado cayó al suelo y la víctima aprovechó para huir.
En un momento de la huida, la víctima se percató de que solo le perseguía el procesado, por lo que optó por esconderse y, al paso de este, se abalanzó sobre él y lo tiró al suelo. Tras esta segunda forcejeo, la víctima se escondió en el baño por miedo.
La intención de matar a la víctima era por un ‘ajuste de cuentas’, ya que este estuvo involucrado en un asunto de tráfico de drogas y fue condenado, junto a otras personas, por un homicidio en Tarragona.
El arma de fuego usada estaba en perfecto estado de funcionamiento: una pistola semiautomática marca Beretta modelo 70, calibre 7.65 mm, sin número de serie ni marcas identificativas (arma ilícita). Como consecuencia de los forcejeos, la víctima sufrió policontusiones y heridas en la rodilla izquierda que solo precisaron primera asistencia médica.
Leer Más – Europa Press
Publicación – 29/03/25 – Europa Press